domingo, 15 de junio de 2014

PERSONAJES HISTÓRICOS DEL ECUADOR.

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MANUELA CAÑIZARES.

Manuela Cañizares una patriota, es una figura que merece el mismo respeto e importancia; pues, gracias a su entusiasmo y valerosa ayuda, se realizó en su casa la reunión para planificar la revolución de la libertad y dar el Primer Grito de la Independencia de América. Y con esa vocación de patriota, fragua ardiente de civismo, amó al Dr. Rodríguez de Quiroga, valor y nervio de esta gesta libertaria, que el 2 de agosto de 1810 vertió su nobilísima sangre junto con las vidas de más de 80 quiteños.
En la noche del 9 de agosto de 1809, los próceres quiteños se reunieron en la casa de doña Manuela Cañizares, para tratar un golpe revolucionario fijado para el 10 de agosto. Los patriotas se constituyeron en asamblea y procedieron a la organización de una Junta Soberana de Gobierno; luego de mucho discutir sobre el golpe revolucionario, los comprometidos no llegaron a un acuerdo, por lo que algunos empezaron a abandonar el local de dicha reunión, decepcionados por la falta de unidad de criterios. Entonces es cuando Manuela Cañizares, indignada toma su puñal en la mano y se para en la puerta de su casa, para evitar que los comprometidos abandonen el lugar hasta no declarar su decisión firme; venciendo sus temores por los que estaban a punto de dar pie atrás, momentos antes del viernes 10 de agosto de 1809; y luego les gritó con voz firme y decidida como un pregón de fuego inicial: “¡Cobardes! ¡Hombres nacidos para la servidumbre!  ¿De qué tenéis miedo? ¡No hay tiempo que perder!”
Los patriotas dominados por la actitud de tan espartana mujer, vuelven a reunirse en la sala y deciden lanzar el grito de independencia en la alborada del siguiente día 10 de agosto de 1809.
Después de la matanza del 2 de Agosto de 1810, los españoles publicaron una larga lista de los sujetos que faltan de apresar y son comprometidos en la revolución de 1809. En la lista se encontraba el nombre de doña Manuela Cañizares, pero con inteligente actuación evadió su captura, huyendo a la provincia de Cotopaxi. En el año 1812, contrajo matrimonio con el Corregidor de Latacunga; y más tarde falleció y fue enterrada en Pujilí.
Manuela Cañizares, se distinguió como mujer de indiscutible valía dentro del contexto de las figuras importantes del Ecuador; como ejemplo de patriotismo, de amor al pueblo, de luchadora infatigable por sus reivindicaciones y legítimos derechos; en sus 39 años de edad hizo demostraciones de servicio a su pueblo con fe y esperanza de un nuevo amanecer con el sol diáfano de victoria; fue capaz de romper esas cadenas que ataban a los criollos y a los indios, en lo económico, político y social, sumiéndose en la más humillante servidumbre. Manuela Cañizares fue poseedora de un gran valor, talento original, cultura elevada para aquella época, en la que la mayoría de las mujeres eran ajenas a las inquietudes culturales; le permitieron rolar con la flor y nata de la intelectualidad criolla. Mujer del pueblo de donde nació -de sus entrañas mismas- para entregarse sin dialaciones a la causa sublime de la libertad; luego vendrían Junín y Ayacucho, como conquista y consolidación de los ideales de la gesta del 10 de Agosto de 1809.

ABDON CALDERON CARAICOA

Abdón Calderón Garaicoa, nació en la ciudad de Cuenca (Azuay) el 30 de julio de 1804. Abdón Calderón, heredó naturalmente del sacrificio, valentía, desprendimiento, patriotismo apostólico, cuya filosofía se la dio su padre; juró vengar su muerte infame ocasionada por los realistas, en San Antonio de Ibarra.
En la batalla de Pichincha que selló la independencia ecuatoriana, Abdón Calderón, héroe de esta épica jornada, dio ejemplo a la juventud de su patria de lo que es capaz un hombre cuando lo inspira el valor y el amor a la patria.
Adolescente aún, a la edad de 16 años, ingresa al ejército libertador. Por sus antecedentes y decisión, digna herencia del ímpetu valeroso de su padre, recibe, en el cuerpo de" Voluntario de la Patria" el grado de subteniente y en esta calidad sale a campaña. Pronto se encuentra en la acción ce "Camino Real", en donde por su bravura, es ascendido al grado de teniente.
Con este grado, y como abanderado del batallón Yaguachi, entra en acción en la batalla de Pichincha, en la que, con el triunfo de los patriotas se decidió definitivamente la libertad de su patria.
Córdova mandaba la vanguardia, que por falta de municiones de vio obligada a replegarse. Vuelve a combate apoyado por dos compañias del Yaguachi, y en este refuerzo se encuentra el abanderado teniente Calderón. Inflamado de valor, con la bandera en alto y la espada en la diestra, avanza al frente de los suyos. Una bala enemiga le rompe el brazo derecho; pero él continúa la lucha con ardor, animado con el ejemplo a sus soldados. Otra bala le rompe el brazo izquierdo, y luego una bala de cañón le rompe las piernas.
¡Viva la República ! grita el heroico adolescente y cae sobre su bandera símbolo de patria y libertad.
Terminado el combate, Calderón fue trasladado al hospital de la Misericordia, hoy San Juan de Dios, en donde falleció pocos días después. En las partes remitidas por Sucre al Libertador, se destaca la actuación de tan valiente luchador. Bolívar lo asciende por mérito de guerra, al grado de capitán, y dispone que en adelante la compañía a la que pertenecía Calderón no tenga capitán, y cuando se pasase lista y se nombrase al héroe, la compañía contestase: "murió gloriosamente en el Pichincha, pero vive en nuestros corazones".
Como homenaje permanente a su memoria, en el Museo Municipal de Guayaquil se conserva los libros en que estudiaba aquel pequeño que día a día se ejercitaba para el sacrificio y para la gloria.

 

GABRIEL GARCIA MORENO

Gabriel García Moreno nació en la ciudad de Guayaquil el 24 de diciembre de 1821; sus padres fueron don Gabriel García Gómez y doña Mercedes Moreno; personas muy distinguidas por su nobleza como también por sus virtudes.
Es muy admirable en este personaje de la historia ecuatoriana el esmero y cuidado que puso en cultivar la voluntad e inteligencia; es por eso que supo dominar a la voluntad de una manera férrea y rindió su inteligencia; todo lo que se podía esperar de un hombre dedicado con abnegación al estudio de los grandes problemas sociales que en tal época logró alcanzar el cerebro humano.
A los 22 años propuso en una asamblea de la Sociedad Filotécnica, el asesinato del presidente Juan José Flores como el único medio de librarse del militarismo extranjero. García Moreno se preparó mucho en la lectura ya que era un lector insaciable, así como de una austeridad rígida. En 1858 asistió al Congreso de la República como senador por Pichincha. El 1° de mayo de 1859 forma un triunvirato que ascendía al Poder de la República, junto con Jerónimo Carrión y Pacífico Chiriboga; luego asumió la Primera Magistratura, por primera vez desde el año 1861 hasta 1865; la segunda vez desde 1869 hasta 1875, cayendo asesinado por el sicario Faustino Rayo, el 6 de agosto de 1875.
Gabriel García Moreno fue un gran estadista adornado de todas las cualidades para hacer del Ecuador un país grande y respetado en el ámbito internacional, prueba de ello son las estatuas que sus admiradores extranjeros han levantado en su honor.
Una conspiración de políticos propició su muerte la que ocurrió el 6 de agosto de 1875; murió perdonando a sus enemigos y diciendo: "Dios no Muere". García Moreno fue el hombre que dio lustre a la Patria, fue gloria de Guayaquil del 9 de octubre de 1820; a García Moreno, se lo ama con delirio y se lo odia hasta el paroxismo.

 





martes, 3 de junio de 2014

BREVE RESEÑA HISTORICA DEL ECUADOR


Vicente Rocafuerte

(Guayaquil, Ecuador, 1783 - Lima, 1847) Escritor, político y diplomático ecuatoriano, presidente de la República desde 1834 hasta 1839. Fue una de las figuras más significativas de la historia del Ecuador, a quien se deben las bases orgánicas de esta República.
Su acomodada posición económica y las ventajosas relaciones familiares le permitieron partir a Europa en 1793, para continuar sus estudios, luego de haber realizado los primeros en el seno familiar. Así pues, a la edad de 10 años abandonó Guayaquil y se dirigió al colegio de Nobles Americanos de Granada, España, institución en la cual decidió abrazar la carrera militar. Tiempo después complementó su formación humanística en el colegio de Saint-Germain, en Francia
En esta institución estudió lenguas clásicas y modernas, condición que le permitió leer varios autores clásicos en su idioma original. En Francia alternó con la nobleza napoleónica y con intelectuales y políticos de la época, como Simón Bolívar, Carlos Montúfar, Humboldt y Bonpland entre otros. De regreso a su país, entabló relaciones con los próceres del 10 de agosto de 1809 de Quito y fue elegido alcalde de Guayaquil.
En 1813 participó como Diputado por Guayaquil en las Cortes de Cádiz. Al negarse a participar en el besamanos al rey Fernando VII, fue decretado su arresto del cual pudo escapar refugiándose en Francia. Aprovechó entonces para recorrer toda Europa, incluida Rusia.
En 1816 logró embarcarse para La Habana, y de allí pasó a Guayaquil, donde se dedicó a arreglar sus asuntos y a dar clases de francés, imponiendo a sus alumnos la lectura de autores franceses de corte revolucionario. Para complacer a su madre, que no deseaba que su hijo se implicara en problemas políticos, en 1819 se trasladó a Lima. Allí se dedicó al negocio del tabaco. Posteriormente pasó a Cuba, donde trabajó como periodista.
En 1820 viajó de nuevo a España, probablemente en misión secreta de Bolívar, para enterarse con certeza de la situación en la península. A partir de 1822 se documenta su participación en la lucha contra el general Itúrbide en México, y luego como diplomático de este país ante Estados Unidos, Dinamarca y Hannóver, pero sobre todo ante Londres. Aquí fundó el periódico Ocios de unos emigrados españoles en Londres, en el que intervenía un grupo de liberales españoles.
En 1829 regresó nuevamente a México, pero se negó a colaborar con el presidente Bustamante, porque había derrocado al legítimo presidente general Guerrero. Por esta razón se le negó el pasaporte para seguir viaje a Guayaquil. Ante el inminente enfrentamiento religioso que se vislumbraba en el norte de México, escribió Ensayo sobre la tolerancia religiosa, por el cual fue apresado y sometido a juicio, del que fue declarado inocente. Otra obra literaria, El Fénix de la libertad, le mereció de nuevo mes y medio de arresto.
Finalmente pudo dejar México y llegar a Colombia. Allí sostuvo una agria entrevista con Bolívar (que para entonces ya era "usurpador"), de forma que el Libertador escribió al presidente Flores del Ecuador previniéndole contra Rocafuerte, por ser antimilitarista. En 1833 llegó a Guayaquil y se unió al grupo "El Quiteño Libre", primer embrión del partido que luego lo elegiría diputado por Pichincha al Congreso de 1933.
En este Congreso se concedieron facultades extraordinarias al Gobierno; Rocafuerte protestó enérgicamente, y Flores ordenó su captura y su destierro. Un grupo de militares lo liberó y le constituyó en jefe del alzamiento militar de Guayaquil, lo cual dio origen a una prolongada guerra civil. Flores logró reducir a Rocafuerte en la isla de Puná, pero lejos de ajusticiarlo -como todos esperaban-, llegó a un acuerdo con él y juntos se enfrentaron a las fuerzas de Vadivielso.
El 10 de septiembre de 1834, Rocafuerte fue aclamado por el pueblo guayaquileño como presidente de la República, pero puso a las órdenes de Flores el ejército que había logrado formar, y juntos consiguieron la victoria definitiva en la batalla de Miñarica, cerca de Cuenca. El 31 de enero de 1934 fue proclamado Jefe Supremo del Estado en Quito y el 1 de febrero en Cuenca, con lo que se consolidó la unidad nacional en torno a su persona. En febrero convocó la Convención Nacional en Ambato, de la cual excluyó al clero. Esto le valió la excomunión por parte de la jerarquía eclesiástica, a la cual él respondió con el destierro al Perú del Vicario y otros sacerdotes que se oponían a sus ideas.
En agosto de 1935 fue elegido Presidente Constitucional, comenzando así un período de cuatro años que resultó uno de los más fecundos en la historia del Ecuador. Su programa de gobierno reflejó no sólo los intereses latifundistas de la Costa vinculados al comercio internacional, sino también los de las demás regiones del país. Bajo esta perspectiva consideró al trabajo productivo como responsabilidad del gobierno, en la medida en que éste debía generar las condiciones necesarias tanto para la producción como para la libre circulación de productos de la agricultura y de la industria. En lo referente a la educación, creó la Dirección General de Estudios y fundó varios establecimientos educativos, entre los cuales figura el primer colegio de mujeres; además, reorganizó los programas educativos de las universidades y también sus cátedras.
Terminado su mandato, regresó a la Gobernación del Guayas, donde continuó con su admirable gestión administrativa. En 1843 participó en la Convención de Quito, que reformó la Constitución permitiendo a Flores ser reelegido por seis años más. Rocafuerte protestó enérgicamente contra lo que él consideraba "Carta de Esclavitud", y optó por exiliarse en Lima. Desde allí atacó duramente al Gobierno de Flores en sus famosas Cartas al Ecuador, que contribuyeron notablemente para poner fin al régimen de Flores dos años más tarde.
El nuevo Gobierno, establecido en 1845, lo envió como diplomático al Perú. De allí regresó para actuar como diputado en la Convención de Cuenca y como presidente del Senado en 1846. Murió siendo plenipotenciario del Ecuador en Lima.
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